Historia de Remar
La Asociación REMAR se constituyó para dar respuesta a las problemáticas sociales de nuestro entorno aportando ayuda moral, cultural, material y espiritual a personas marginadas o en exclusión social.
Debemos entender la historia de todas las Asociaciones REMAR como un conjunto, para ser capaces de entender completamente la realidad de un movimiento que engloba a 17 asociaciones en España y un número superior a 40 en diferentes países, que abarcan toda la obra social que REMAR tiene en el mundo.
Todo empezó en la ciudad de Vitoria en Álava (España) en el año 1982, el verano acaba de comenzar y una familia que había tenido un cambio espiritual importante en sus vidas, no se conformaba con aprovechar su privilegiada situación personal y familiar, sino que querían poder ser de ayuda a sus semejantes, poniendo así en práctica las enseñanzas recibidas a través del Evangelio de dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, visitar al preso y al enfermo y hacer misericordia con el necesitado.
Así ponen sus bienes y sus vidas al servicio del prójimo en obediencia a un llamado que sienten firmemente en sus corazones. Creando un núcleo inicial formado por Miguel Díez, su esposa Mª Carmen Jiménez y los dos hermanos de ésta, Javier y Ángel. Empezando a recibir a personas marginadas, en su propia casa y después en una finca que adquieren para ese menester en las cercanías de Vitoria en un poblado llamado Mendiola, donde se abre el primer centro de Rehabilitación.
Pronto otras personas comienzan a acercarse al movimiento y en el año 1984 se abre el primer centro de mujeres en la localidad de Pangua, próxima a Vitoria. Ese mismo año se comienzan actividades en la provincia de Guipúzcoa en las localidades de San Sebastián y Andoain. Creándose las primeras empresas que tenían como único fin el sostenimiento de la obra social (un supermercado, un rastro, una empresa de reciclaje de trapo y una empresa de limpiezas), en las que voluntarios ofrecían su trabajo para el sostenimiento de las actividades de la Asociación.
Debido al tamaño que va alcanzando la realidad del movimiento, se decide darle una entidad jurídica, presentando los primeros estatutos al gobierno en noviembre del mismo año, recibiendo la notificación administrativa de la legalización de la Asociación con fecha 14 de Febrero de 1985.
En el año 1985 se consolida el trabajo en estas dos provincias y se inician los trabajos en Vizcaya, que es el lugar desde donde nos llega el mayor número de ingresos. Teniendo en esta época una capacidad para atender a unos cien internos. Cabe destacar que la mayoría de los ingresos en aquella época son jóvenes afectados por problemas de drogadicción, que no encuentran respuestas adecuadas en los centros gubernamentales, que se encuentran colapsados ante la magnitud que el problema alcanzó en aquel tiempo en España y que oportunamente pudimos ayudar a atajar con los servicios que ofrecimos. Recibimos por parte de la Administración, tanto en Guipúzcoa como en Álava, cesiones de propiedades con las cuales pudimos mejorar la calidad, capacidad y asistencia de los beneficiarios.
En el año 1986, muchos jóvenes empiezan a superar sus etapas personales de rehabilitación y deciden quedarse a trabajar en beneficio de otros, se inician talleres de capacitación profesional, campamentos para jóvenes y adultos y se abren nuevos centros en las Comunidades Autónomas de Cataluña y Madrid a las que enviamos algunos de los jóvenes rehabilitados.
En el año 1987 se consolidan las actividades en estas nuevas tierras creándose las consiguientes asociaciones que actúan en sus correspondientes ámbitos. El año 1988 lo utilizamos, otra vez, para crecer. Esta vez se abren centros en Castilla-León donde nos hacemos cargo de un centro que la Asociación Desafío Juvenil no puede mantener y nos ceden en la población de Momediano (Burgos). En 1989 se inician las actividades en Andalucía, Asturias y Baleares .
En el año 1990 se constituye la Asociación REMAR ESPAÑA que va a coordinar y ser motor en muchas actuaciones que las asociaciones autonómicas no alcanzan, iniciándose actividades en Aragón, Canarias, Navarra y País Valenciano. Es de destacar la apertura de centros familiares donde se reúnen los matrimonios de nuevo, para iniciar la restauración de sus vidas conyugales, destrozadas anteriormente por causa de la marginación.
Los centros han ido consolidándose y aumentando su capacidad y prestigio realizando numerosos servicios a la sociedad, tales como la asistencia y seguimiento a personas en centros penitenciarios, cumplimiento de condenas y prisiones preventivas a personas con problemas de drogadicción, etc.
También en el año 1990, y en virtud de una invitación expresa, comenzamos nuestra actividad internacional en el vecino país de Portugal, siendo enviado un equipo que puso en marcha los centros de Portugal que han obtenido un resultado y acogida asombrosos.
Durante el año 1991 se extendió de una forma generalizada en las comunidades de Castilla-León y Andalucía. Se inicia nuestra labor en la Comunidad Murciana, Extremadura, La Rioja y Castilla-La Mancha. En el terreno internacional se extiende la Asociación a Perú y al Reino Unido.
Durante el año 1992 se consolidan todos estos centros llegando a tener una capacidad de 3.000 plazas en toda España. Se inicia la apertura hacia la Comunidad Gallega, y ya definitivamente la visión internacional de la Asociación se reafirma extendiéndose ésta a los países de Guatemala, Brasil, Argentina y Nicaragua en Centroamérica y Sudamérica, a Chicago en los Estados Unidos, y a Suiza en el marco Europeo.
En el año 1993 se consolida definitivamente la Asociación en todo el territorio nacional, abriendo centros en aquellas Comunidades o provincias en los cuales aún no existían, como Málaga, Córdoba, Ceuta y Cantabria. A nivel internacional se inicia la actividad en Ecuador y El Salvado . También empezamos en Austria.
El año 1994 es para nosotros un año de decisión, desde hace ocho años, desde Burkina Faso en África del Oeste nos estaban llamando a ayudar. Sabíamos que era un nuevo salto y estuvimos postergándolo, pero ya no podíamos retrasarlo más y enviamos un equipo a aquel país que ocupaba uno de los lugares más altos en el ranking de pobreza del mundo. Igualmente la expansión por los países de América sigue sin parar y se abren centros en México, Costa Rica, Chile y Honduras .
La actividad dentro de REMAR cambia de una forma radical al tener que afrontar la responsabilidad de sostener la obra social en tantos países que demandan tanta ayuda material como de personas, suponiendo para las obras en el mundo desarrollado un doble desafío. Mantener y fortalecer las actividades propias y proveer de medios para enviar a las abiertas en países menos favorecidos. Empezamos a tener comedores en lugares donde las personas se mueren de hambre, orfanatos donde las autoridades de los países nos envían niños, colegios, etc.
En el año 1995 se empieza a extender por África en los países contiguos a Burkina Faso, abriendo obra en Ghana y Costa de Marfil. En Europa se inauguran centros en Alemania, Francia e Italia. En América en Panamá, Puerto Rico y Uruguay.
En el año 1996 en África abrimos centros en Guinea Ecuatorial y en América en Belize, Bolivia, República Dominicana y Paraguay. Todos estos nuevos países suponen un tremendo esfuerzo ya que no nos limitamos a abrir una oficina de información sino que, prácticamente, desde el primer momento, en cada país nos encontramos desbordados por la inmensa necesidad que encontramos, junto con la necesidad de potenciar y desarrollar la obra en los países donde ya estamos ubicados. Comenzamos igualmente a enviar contenedores con ayuda humanitaria, alimentos, ropas, maquinaria de todo tipo, con los cuales ayudamos a las asociaciones nacionales a preparar talleres, montar colegios, centros médicos, etc.
En el año 1997 y principalmente desde nuestra asociación en Portugal se inician centros en Angola, Mozambique y Sudáfrica de forma prácticamente simultánea, desarrollando las obras de REMAR en otro de los puntos conflictivos de África. La demanda de personal es cada vez más acuciante en estos años en los que las obras nacionales son demasiado nuevas para poder aportar las personas necesarias para el mantenimiento de los servicios que se han ido abriendo, de tal manera, que los países donde nuestra actividad lleva más años ejerciéndose tienen que hacer un esfuerzo especial en enviar voluntarios ante la inmensa demanda.
En el año 1998 se abren centros en Europa en Bélgica, Croacia y Holanda, en Sudamérica en Colombia y Venezuela y en África en Nigeria. Los países de habla hispana son alcanzados en su totalidad, con la excepción de Cuba, donde no alcanzamos a encontrar la manera de ir, por cuestiones propias del país.
En el año 1999 se vuelve a realizar un salto importante, en esta ocasión acometemos la entrada en el continente asiático abriendo centros en Hong Kong (China) y Filipinas.
Los años 2000 y 2001 suponen una expansión considerable en el continente africano donde se abren nuevos centros en Togo, Camerún, Botswana, Niger, Nigeria Swazilandia y Zimbawe. Iniciándose igualmente en el año 2001 las actividades en la Federación Rusa. En este año se crea la Federación de Asociaciones Remar (F.A.R.) con el fin de coordinar efectivamente y ser lugar de encuentro de todas las asociaciones que forman parte del movimiento REMAR.
En el año 2002 podemos encontrar un nuevo salto importante con la llegada de REMAR al quinto continente, al iniciar nuestras actividades en Australia. Y se siguen abriendo centros en nuevos países de África como Benin o el Congo.
Son veinte años de historia en los que las asociaciones REMAR han podido beneficiar a unas 200.000 personas por todo el mundo, aportando un pequeño grano de arena en medio de una montaña de injusticias y miserias humanas. Esperando poder continuar su importante labor para que muchos más puedan alcanzar posiciones personales lejanas a las necesidades básicas.
Nuestra meta consiste en poder conseguir que la justicia impere en un mundo, que como consecuencia de la lucha por alcanzar mayores beneficios, no se detiene a considerar la cantidad inmensa de situaciones de desesperación y falta de necesidades básicas que va generando a su alrededor.